Los microorganismos protistas, así como los hongos filamentosos, son capaces de formar estructuras de resistencia que les permiten sobrevivir en condiciones adversas, generalmente no poseen clorofila y en la mayor parte de los casos inmóviles. Dichas características les permiten convertirse en bioindicadores forenses.
Las diatomeas o algas silíceas son los protistas que más información aportan en los procesos forenses debido a que se encuentran en todos los hábitats, y son muy sensibles a cambios de pH, temperatura y salinidad. Esto las hace muy específicas para la identificación de causas de muerte por ahogamiento o el traslado de un cadáver post mortem.
Los hongos filmentosos permiten obtener datos forenses basados en las especies que pueden aparecer en la superficie de un cadáver, su estado fisiológico(esporulado o vegetativo) y la velocidad de crecimiento de acuerdo a las característica ambientales, tales como temperatura y humedad.
Referencia
Alonso Conde, A. et al. 2012. Microbiología forense. Reduca: Biología. 5 (5): 23 – 45 pp.
Lucía Ruiz