La unidad 731 del ejército de Japón

En 1918, el ejército japonés contaba con un equipo de médicos que se encargaban de estudiar productos químicos y biológicos que estaban surgiendo luego de la Primera Guerra Mundial. Los científicos pudieron notar que dichas armas tenían un gran potencial contra ejércitos enemigos pero no se pusieron en práctica hasta la llegada de Ishii Shiro al ejército en 1920, quien se graduó de la Universidad de Kyoto y se involucró en investigaciones de armas biológicas luego de realizar varias visitas a América.

Ishii Shiro consideraba que las guerras futuras únicamente podían ser ganadas con los nuevos descubrimientos científicos en relación a la fabricación de armas biológicas de destrucción masiva. Ishii comenzó a resaltar en el ámbito científico luego de crear un filtro de agua que paró la expansión de un tipo de meningitis en Shikoku. Varias personas comenzaron a apoyar a Ishii entre ellos miembros del ejército con grandes cargos, como el coronel Tetsuzan Nagata, coronel Yoriniichi Suzuki, coronel Ryujii Kajitsuka, entre otros. Fue después, cuando el Ministro del Ejército Sadao Arkai aprobó la realización de las armas biológicas por Ishii y su unidad de científicos.

La unidad de investigadores se ubicó en el norte de Manchuria para sus estudios bacteriológicos, mientras que el ejército de Kuantung les podría proporcionar prisioneros para realizar sus experimentos. Luego de varios cambios, se establecieron dos unidades en donde la primera estaba a cargo de Ishii Shiro y fue nombrada “Prevención Epidémica y Sección de purificación de Agua del Ejército de Kuantung”, fue hasta 1941 que fue llamada la unidad 731 conformada por 3,000 científicos y técnicos, y se trasladó a Pingfan.

En 1937, cuando el ejército japonés empezó a poner en prácticas sus armas expandiendo un gas venenoso contra el ejército de china y utilizaron al menos cinco veces armas bacteriológicas contra este país, incluyendo los ataques con bacterias en Ningpo, Chechiang, Chinchua entre otros. A partir de estos sucesos, Estados Unidos intervino y averiguó lo que el ejército japonés estaba realizando bajo una unidad que aparentaba ser de prevención epidémica. La unidad 731 presentaba un gran peligro por las bombas de microorganismos que ya habían desarrollado para Estados Unidos ya que Japón contaba con estrategias para atacarlos.

bomba bacteriológica

Figura 1: Bomba bacteriana desarrollada por Ishii Shiro (Park, 2003).

Luego de que Japón se rindiera, iniciaron las investigaciones más profundas sobre esta unidad por parte del ejército de Estados Unidos, con el fin de localizar las armas biológicas. Se realizaron varios interrogatorios a miembros de la unidad pero no al mismo Ishii Shiro quien se declaró muerto y simuló su entierro. Al encontrar a Ishii, se le interrogó y se cree que cambió sus conocimientos para borrar su historial, mientras que el gobierno de Estados Unidos guardó varios secretos de las armas bacteriológicas.

En base a investigaciones realizadas por  Estados Unidos que fueron reveladas y por testimonios de algunas personas involucradas, se determinó que la unidad 731 trabajó con hongos, cólera, fiebre escarlata, ántrax, muermo, difteria, meningitis cerebroespinal, tuberculosis, entre otras, para el desarrollo de sus armas biológicas. Además, se indicó que realizaban experimentos con prisioneros y se exponían a varias personas a las bombas para comprobar los daños que causaban a la población.

P. H.

 

Referencias:

FAS. 2000. Biological Weapons Program. En: http://www.fas.org/nuke/guide/japan/bw/. [Con acceso: 29/10/13].

 Park, E. 2003. Theodicy-through the Case of “Unit 731”. En: http://people.bu.edu/wwildman/WeirdWildWeb/courses/thth/projects/thth_projects_2003_parkeun.htm. [ Con acceso: 29/10/13].

 SGM. 2000. La unidad japonesa 731. En: http://sgm.casposidad.com/prensa/u731.htm. [Con acceso: 29/10/13]. 

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