A los Tardígrados no les importa

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¿No les importa qué? Si bien ya lo habrán leído en la foto de arriba, esta es una pregunta que desarrollaremos en el transcurso de este blog.

Estos pequeños organismos, de no más de 1mm de longitud, son conocidos como osos de agua y pertenecen al filo Tardigrada (Marshall y Williams, 1985).  Si bien no pertenecen al dominio de las bacterias o arqueas, este  invertebrado se lleva el premio en resistencia entre los eucariotas.

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(Creo que es bastante evidente que parece oso)

Por lo general, estos animalitos habitan en lugares húmedos, entre las capas de agua de los musgos y helechos, pero también  han sido encontrados desde la profundidad del mar (6000m) y en la Antártica. Si bien parece ser un animal cosmopolita, todavía viene la mejor parte. Desde su descubrimiento, en los 1700, se ha investigado a este pequeño organismo por su resistencia a los cambios medioambientales y su capacidad de realizar criptobiosis.

La criptobiosis es un estado en el cual se suspenden los procesos metabólicos de los organismos cuando las condiciones ambientales son extremas. Esta se basa en la pérdida casi total del agua, acompañada de una depresión metabólica.  Cuando las condiciones son de extrema sequía, los tardígrados secretan una “túnica”, la cual retrasa la pérdida de agua durante la desecación. A este proceso se le conoce como anhidrobiosis (Wright, 2001). Por el contrario, cuando las condiciones son de frío extremo, estos organismos hacen uso de la criptobiosis. En esta no se requiere de la túnica y la tolerancia al frío depende de su capacidad de inhibir el congelamiento intracelular; a diferencia de muchos artrópodos que son resistentes al frío, los tardígrados son resistentes a la congelación. El congelamiento intracelular es provocado por algunas proteínas dentro del núcleo y ocurre a temperaturas cercanas a 0°C (Wright, 2001). De cualquier manera, se desconoce si el citoplasma de los tardígrados vitrifican el citoplasma de sus células o si las propiedades coligativas del agua hacen que el nivel de citoplasma disminuya y por lo tanto el agua remanente ya no se congela (Wright, 2001).

De la misma forma, estos organismos permanecen protegidos de la temperatura y de los solutos del ambiente, así como de la oxidación por radicales libres (al menos parcialmente). Gracias a esto, los animales que realizan criptobiosis pueden permanecer en este estado casi inerte por décadas. El declive del metabolismo se debe a la perturbación de varias reacciones enzimáticas, acompañado de la pérdida de una gran cantidad de agua; esto también elimina la liberación de electrones libres, lo cual se debe parcialmente a que el glicerol, aún presente en el organismo, funciona como antioxidante (Wright, 2001).

Hasta este punto, hemos mencionado características que si bien son propias de los tardígrados, también son compartidas por algunos otros invertebrados, como nematodos y bdelloideos. Pero, ahora comienza lo más interesante.

Resulta que en el año 2007 estos organismos fueron llevados al vacío del espacio ¡y sobrevivieron!

Y no solo fue al vacío, sino también a la enorme cantidad de radiación que se encuentra presente en este medio. Es cierto, los humanos podemos sobrevivir a estas condiciones, pero solo después de un intenso entrenamiento y un traje especial que protege a los astronautas de las hostilidades del espacio. En el caso de los tardígrados, estos fueron enviados al espacio desnudos.

Durante este experimento, se utilizaron organismos que no estaban en su estado de dormancia y otros que se encontraban deshidratados y ambos sobrevivieron (Jönsson, et al., 2008). Una vez estos regresaron a la Tierra, fueron rehidratados y se observó que a pesar de haber sido sometidos a este tipo de ambiente ¡pudieron reproducirse! De cualquier manera, esto solo aplicó a aquellos que fueron sometidos únicamente al vacío, ya que otros a los que también le incluyeron la radiación disminuyeron el porcentaje de sobrevivientes.

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En otros estudios utilizando únicamente altos niveles de radiación se observó que tanto los tardígrados hidratados, como los que se encontraban en estado anhidrobiótico sobrevivieron a altas dosis de radiación y lograron reproducirse exitosamente. De cualquier manera, aquellos que fueron sometidos a radiaciones superiores a 1000Gy quedaron estériles, a pesar de haber sobrevivido (Horikawa, et al., 2006).

En conclusión, por estos motivos es que los tardígrados son unos organismos impresionantes y por lo cual se ganó el blog de la semana.

Literatura citada:

Wright, J. 2001. Cryptobiosis 300 Years on from van Leuwenhoek: What Have We Learned about Tardigrades?  Zoologist Anzeiger. 240(2001): 563-582pp.

Marshall, A. y W. Williams. 1985. Zoología de Invertebrados. 7°Ed. Editorial Reverté, Barcelona. 950pp.
Jönsson, K.; E. Rabbow; R. Schill; M. Harms-Ringdahl y P. Rettberg. 2008. Tardigrades survive exposure to space in low Earth orbit. Current  Biology. 18(17): R729-R731pp.

Horikawa, D.; T. Sakashita; C. Katagiri; M. Watanabe; T. Kikawada; Y. Nahakahara; N. Hamada; S. Wada; T. Funayama; S. Higashi; Y. Kobayashi; T. Okuda y M. Kuwabara. 2006. Radiation tolerance in the tardigrade Milnesium tardigradum. International Journal of Radiation Biology. 82(12): 843-848pp.

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